¿Reales? ¿Ficticias?

Hoy estuve pensando (increible) durante todo el trayecto de vuelta a mi casa, observando el paisaje, los árboles, las personas, los animales, la carretera... viendo cómo pasaba cada una de las vidas de estos seres por delante de mis ojos, y, sin saber por qué, me he preguntado... ¿De verdad esa sonrisa que esbozan algunos es realmente una sonrisa de felicidad? ¿O esconden alguna tristeza?

Muchos tienen vergüenza a aceptar los problemas que se producen en torno suyo, ¿y qué hacen? Sonreir, mostrar la felicidad que no tienen, el miedo, la tristeza, el odio, y otros sentimientos contradictorios que anidan en el interior de sus corazones. ¿Y por qué lo hacen exactamente? Algunos por vergüenza, como he dicho antes; otros por guardar el secreto a los productores de estos problemas, como si ellos mismos tuviesen la culpa de que aquellos problemas se produciesen; otros para no contagiar su ánimo y aspecto a los que a los que les acompañan a lo largo de esta inquietante vida.

Pero no nos figemos en los que sonrien, sino en los que NO lo hacen. ¿Es que no son felices? ¿Les burre la vida? O la pregunta más certera ¿les pasa algo siempre? No tiene por qué ser así. Puede que esconda su lado positivo por diversas razones. Está la razón de vergüenza, porque no le gusta como se rie, o simplemente su sonrisa, por lo que siempre está seria; puede ser porque no le gusta demasiado la compañía y prefiere estar solo, por lo que se muestra fría, y así la gente no se acerca por mero desagrado; puede significar que es demasiado débil, sensible y, tal vez, fácil de manipular, por lo que su rostro se torna serio sólo por mostrar más frialdad en su corazón.

Son muchas preguntas, ¿verdad? ¿Y qué son de aquellos que no les importan mostrar lo que verdadermente sienten? Hay ocasiones en las que, por extraño que parezca, los confundimos con una de las enteriores personas, sobre todo si son demasiado serias o demasiado alegres, porque te preguntas, ¿cómo una presona puede estar tan feliz o tan triste? Tanta amargura te suena a pesadilla, de esas que son fáciles de modificar, y esta persona parece no estar de acuerdo, y tanta alegría te parece de cuento de hadas.

La cuestión es... ¿En qué pensar? Las apariencias engañan...

Hay tantos misterios en la vida...